Éste es uno de los hechizos antiquísimo y poderoso, que se realiza con un ritual de magia blanca que se practicaba durante la época del Imperio Romano.
Para realizarlo, se necesita:
- Agua bendita
- Sal
- Harina
- 1 huevo
Un viernes por la noche, hay que pararse frente a la entrada de la casa, del lado de afuera, y colocar el huevo en el suelo. A continuación, se echa un puñado de sal, uno de harina y unas gotas de agua bendita, mientras se pronuncia la siguiente oración:
“Adelante y atrás libra esta casa de todo mal por el rito del Salpás.
Que ni el ángel exterminador ni el demonio del Averno puedan entrar jamás”.
Una vez recitada la oración para este tipo de hechizos, hay que partir el huevo, mezclar el contenido con los otros ingredientes y hacer una masa, a la que luego se dejará endurecer para guardarla.
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